Al arrendar un inmueble, generalmente, se tienen que realizar reparaciones y mantenimientos para conservarlo en buen estado. A quién corresponda ejecutarlas depende del tipo de reparación, ya sean reparaciones locativas o no locativas.
¿Qué se entiende por reparaciones locativas?
Son aquellos trabajos que se realizan con el objetivo de mantener la estructura en las condiciones de habitabilidad y la ornamentación debidas, sin afectar su estructura portante. Esto incluye la distribución interna y sus características funcionales.
¿Cuáles son las obras de reparaciones locativas?
Dentro de las reparaciones locales al inmueble se incluyen la sustitución, mejoramiento, mantenimiento o restitución de las siguientes obras:
- Materiales de pisos.
- Enchapes.
- Cielorrasos.
- Pintura.
- Redes de instalaciones hidráulicas, eléctricas, sanitarias, gas o de telefonía.
Reparaciones locativas vs. no locativas: aquí sus diferencias
De acuerdo con lo anterior, te presentamos unas diferencias para que no te surjan dudas:
- Pintar se considera reparación locativa, pues implica mantener el inmueble en buen estado y en condiciones habitables. Sin embargo, construir una pared divisoria que cambie la distribución interior del inmueble no lo es. En este caso, es una modificación de la estructura del inmueble.
- Cambio del piso desgastado por uno nuevo o colocar enchape en la cocina o en los baños se considera una reparación locativa porque tiene como objetivo mantener el inmueble en buen estado. No obstante, mover la ubicación de la escalera que lleva a una segunda planta no es locativa; más bien, sería una modificación de la estructura del inmueble.
- Por último, agregar una ventana en una habitación no es locativo, sino una modificación en la estructura del lugar.
Arrendatario o arrendador: ¿a quién le corresponden las reparaciones?
Bajo el Artículo 1985 del Código Civil de Colombia, son obligaciones del arrendador; es decir, el dueño del bien, las reparaciones no locativas. Por su parte, el inquilino es responsable de las reparaciones locativas. Sin embargo, en caso de fuerza mayor, caso fortuito o mala calidad del bien arrendado, estas reparaciones serán responsabilidad del dueño.
Asimismo, es importante destacar que estas obligaciones pueden ser modificadas por acuerdo entre las partes involucradas en el contrato de arrendamiento.
Información importante previa al cierre del contrato
Ten en cuenta la siguiente información:
- Leer detalladamente el contrato: ambas partes involucradas en el contrato de arrendamiento se deben tomar el tiempo de leer y comprender los términos y condiciones establecidos en el documento. Muchas veces, las disputas o conflictos surgen debido a la falta de conocimiento o comprensión de las obligaciones establecidas en este.
- Recuerda que una vez firmado, ya sea de manera verbal o escrita, el contrato se convierte en la ley para ambas partes. Es importante cumplir con las obligaciones específicas que se derivan de él.
- Realizar un inventario de inmuebles al recibir o entregarlo: Esto nos permite determinar el estado de habitabilidad del lugar. A través del inventario, podemos documentar las condiciones del inmueble al momento de la entrega o recepción. Asimismo, es una medida conveniente para proteger tanto al dueño como al inquilino.
- Es importante obtener autorización previa antes de realizar cualquier tipo de reparaciones necesarias: Si se detecta algún problema en el inmueble, lo mejor es informar al dueño del lugar. Así, de acuerdo con lo establecido en el contrato, se realiza la reparación de manera adecuada.
Ahora que sabes esta información, tienes el conocimiento preciso para poder realizar un buen inventario de inmuebles. Además, sabrás sobre las reparaciones necesarias que te corresponde hacer. Recuerda lo que se establece en el Artículo 1985 del Código Civil y haz valer tus derechos. De este modo, podrás redactar el mejor contrato posible, en donde detalles las obligaciones del arrendador y arrendatario.
